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[Misión Rango C] Pasado Corrompido (w/Erais Feirel)

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Oblivion
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Mensaje por Oblivion Miér Sep 07, 2016 7:31 pm

El viento golpeaba con fuerza la asolada caminata hacia Clover, desde lo lejos unos arboles y un hedor a pan recién horneado daba a conocer que la villa estaba cerca, normalmente la gente de esta ciudadela se caracterizaba por ser amable y muy unida, aunque últimamente eso había cambiado ya que los años pasan y las generaciones no adoptan todas las costumbres de sus antecesores. Desde lo lejos entre las montañas, unos relámpagos de color oscuro iban naciendo al mismo tiempo en que una figura de tamaño humana rondaba a pasos lentos y calculados, bajo una capucha oscura y malgastada estaba su rostro sereno y poco feliz por tener que caminar distancias tan largas para como esas. Una sonrisa poco amistosa se dibujo en su cara cuando vio que Clover estaba solo a la vuelta de la esquina, desconocía totalmente al cliente de esta misión y tenia cierta incomodidad de hacer esta misión en equipo, pero al parecer otra persona también había tomado el trabajo, tal vez al cliente le pareció entretenido tener a dos personas intentando completar algo tan simple como era sacar a vecinos furiosos y violentos, para un mago normal o personas comunes era difícil, para Oblivion era como respirar. A sus memorias golpeo inmediatamente ese hedor a masa horneada, de repente se vio sumido entre sus pensamientos sobre el olor a madera quemada, a relámpagos negros golpeando a las personas y el desprendimiento de sus entrañas pulverizadas por magias perdidas, aunque con solo parpadear eso quedo en el pasado, era sumamente común para este cazador de dioses sentirse en un estado de batalla, y no en casa. Para tranquilizarse y esperar lo mejor en esta misión fue entonces que saco de su bolsillo una cajetilla de cigarrillos marca "Wellmont" y con ello solo formo unas pequeñas chispas con los dedos, quemando parte del tabaco y que este hiciese su trabajo, a continuación llevo la colilla a sus labios y fue fumando con tranquilidad. Respiro profundamente porque estaba mucho mas relajado que antes, miro entonces que ya se encontraba en su destino, o al menos, en el comienzo de su misión. Miro lentamente a todas las personas que alegremente recibian el nuevo dia, les dio un saludo a cada uno que le saludaba de buenas a primeras, aunque en el fondo Oblivion los repudiaba, su corazón solo estaba hecho para la sangrienta pintura que solo una masacre o una guerra estaban dispuestas a ofrecerle, pero algo de color a su vida no le hacia nada mal, pero ni el cigarrillo mas fuerte le haria sentir mas cómodo frente a este panorama.

Unas grandes llanuras llenas de pasto viviente se posaron en frente sus ojos y el lugar donde la misión daba lugar, desde su vista podia apostar que esas casa pequeñas a lo lejos eran la pequeña villa que compartía terreno con Clover, donde supuestamente unos habitantes estaban causando desmanes, pero algo le molesto completamente, esta energía mágica, esta presencia, era familiar... era como estar en casa nuevamente, esa memoria que quería borrar completamente de su mente. Al estar mas cerca, fue cuando se confirmó su miedo mas profundo, unas banderas de Alvarez se alzaban en las puntillas de dos casas principales en medio de esa villa, entonces solo parpadea para ver si su pasado no estaba persiguiendolo nuevamente o si debía afrontar esa marca en su historia. Transpiro un poco, su herida en el pecho comenzo a doler nuevamente, puso su diestra sobre su propio pecho y apretó sin pasarla a llevar, abrió su camisa para dejar que el viento curara sus heridas poco a poco, su corazón le dio taquicardia por unos segundos y solo rondo por las cercanías, se quedo mirando como pasaba el tiempo en su reloj de mano, esperaría a la otra persona para entrar a la villa, su dolor no lo dejaba continuar, aun recordaba el grito de todas esas personas muriendo lentamente electrocutadas por esos relámpagos negros, los niños siendo pulverizados como cucarachas, le daba placer esa escena pero tambien entro en un estado de nausea, vomito en el piso por un momento y se sostuvo el estomago, limpio su boca con parte de su ropaje y dirigió su paso hacia la zona no poblada por los habitantes intrusos, para confirmar la situación actual, Oblivion sabría si la otra persona llegaba, despues de todo tenia los sentidos agudizados.

—Casa...  susurró para si mismo.

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Erais Feiriel
Erais Feiriel
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Mensaje por Erais Feiriel Vie Sep 09, 2016 8:27 am

—¿Huh? —Parpadeó un par de veces despistada, la chica que estaba sentada en una de las mesas mas alejadas del resto pues quería algo de privacidad en esos momentos. Estas mesas extensas son en las cuales los miembros optaban por comer o hacer sus actividades, se veía que ella estaba relajándose, posiblemente quería leer un libro mas al rato pero el destino no quería darle ni un minuto de tranquilidad a la joven. Tenia cruzada las piernas de forma estilizada , su mentón posaba gracilmente en el dorso de su mano derecha mientras que su mano izquierda estaba apoyada en la mesa; el pie de la pierna cruzada se movía un poco a un ritmo de una canción que llevaba ya bastante tiempo en su mente, de haber querido, la joven la hubiera tarareado pero la interrumpieron para pedirle dinero, algo que no le causaba la mas mínima de las gracias. Siempre que se descomponía algo y necesitaban repararlo, pedían ayuda a la pelirosa; no le molestaba ayudar pero se estaba cansando, específicamente hoy no quería lidiar con eso.—Deberían ahorrar mas, saber administrar sus finanzas, yo no tengo cara de ..— se calló , era inútil tratar de decirlo, volvió a suspirar y cerro sus ojos maldiciendo internamente que le arruinaran su día. No los culpaba, pero tampoco caería, si ellos habían armado un destrozo, era lo lógico que tomaran la responsabilidad. Que niños. — Iré al tablón a ver que encuentro.—se puso de pie de forma digna, propio de su cuna, movió su cabello con desdén queriendo que sus hebras sedosas y rosadas golpearan sus rostros; era bastante digna y orgullosa, no les perdonaría sus acciones. A la próxima les arruinaría su días de libres.

No eran tan despreciables, eran soportables hasta cierto sentido sus camaradas, ojalá pudiera encontrar algo sin que necesitara a uno de los de su gremio, después de todo, decidió entrar en una misión para no tener que escucharlos mas por algunos días. La ojos celestes subió las escaleras de forma delicada, cada paso que daba ni se sentía, parecía como si flotara en el aire —lo cual era irónico pues sin duda ese era su elemento—. El tablón estaba atiborrado de papeles, los rangos variaban alrededor de la gran pizarra, desde las mas letales hasta las mas simples como limpiar establos y esas tonterías. Hacia muecas leyendo alguno de los trabajos, de verdad hoy no estaba de humor para nada tan plebeyo por así decirlo. La princesa sin reino poso la mirada en una misión de rango C, parecía simple y de cierta forma razonable para alguien como ella. La joven Era, se desempeñaba por ahora de soporte mas que de otra cosa, así que la premisa de dicho trabajo parecía algo mas como de su estilo. Cosas como diplomacia, negociaciones y calmar a personas problemáticas sonaba a sus cualidades ,aunque si la agarraban en sus momentos de furia, posiblemente seria el fin para estos. Cogió el papelito y se apuntó , sin aceptar a nadie de los suyos con ella; al poco se marcho del gremio cuando tuvo todo en orden, pues no perdería mas su tiempo en ese sitio que ahora parecía un manicomio.


Fue a su acomodación, tras hacer los últimos arreglos en Lamia Scale y se dio una buena ducha, escogiendo algo sencillo y cómodo para esos lugares mas tarde como atuendo : una falda lisa, bastante sedosa y con una caída perfecta, estaba arriba de los muslos pero no entraba en lo vulgar, una blusa fina blanca le acompañaba haciendo un conjunto bastante clásico; un moño adornaba el cuello de la camisa que combinaba con el adorno del pelo de la joven; unido a eso unas zapatillas sencillas y unas mallas de color rosa un poco entrando al vino, sin duda era ropa cómoda para el viaje y por si acaso, Erais cargaba un bolso o mejor dicho una mochila con algunas cosas que el servirían en un futuro en dicho sitio.

La misión era en Clover, un pueblo bastante bien conectado por los trenes y también conocido como la sede de las reuniones efectuadas por los lideres de los gremios legales; definitivamente el pequeño problemilla de seguro les estaba haciendo perder turistas; entendía que si las cosas salían mal, seria un problema pero vamos, era una misión C ....¿Que tan malo podría ser? Por ahora estaba mas positiva en lo que le esperaba en esa cuidad llamada bajo el nombre del trébol, que estar un rato aburriéndose en Margaret.

Tomo el tren, era lo mas directo aunque sabia que las villa en cuestion colindaba con Clover, asi que tendria que hacer su parada antes pues no iria directo a dicho destino sino al susodicho territorio vecino y en ese sentido era mejor seguirlo a pie. Subió al compartimiento deseado y se sentó a observar el paisaje mientras el tren iba en curso. El sonido del silbato anuncio su partida y con ese zumbido taladrándole los oídos finos que disfrutaban solo de música bella y no cualquier sonido malsonante , poco armonioso , por no decir poco grato. Mientras recargaba su mano sobre el marco de la ventana para posar su cabeza y descansar, se perdió un segundo contemplando los paisajes así como parte de su reflejo sobre el vidrio. Tenia un poco de tranquilidad estando en ese sitio , agradeciendo en gran manera que su compartimiento viniera vacío era totalmente una fortuna. Quizás soñó despierta y divago muchas cosas, el principal problema en ese sitio, —al que iria eventualmente— estaba sufriendo de pequeños altercados que si bien no era una revolución, se estaba volviendo una molestia y entendía al resto de los habitantes o vecinos que tenían que lidiar con esto. Si había leído correctamente, estos era migrantes de otro continente, la verdad no quiso buscar mucho en los detalles pero esa gente habían perdido todo: desde sus familiares hasta sus mas preciadas posesiones, la joven comprendía los problemas de esa situación y tenia que admitir que le molestaba un poco lo problemática que solían ser algunos individuos reducidos a marginales pero después de todo, en este mundo no existe nadie racional totalmente. Su nariz dio un respingo desdeñoso ante tales asuntos pues detestaba tantas complicaciones."Cosas de plebeyos, quizá debería tenerles un poco de lastima."
***

Honestamente no supo cuando perdió la consciencia pero la chica se durmió en un punto , parecía agotada aunque no lo deseara necesitaría todas las energías posibles para lo que se avecinaba. Su siniestra se ciñó del crucifijo que colgaba de su pecho como un reflejo natural de la cabellos color cerezo. Había cosas que no podia entender, pero no estaba para analizarlas en estos momentos, al menos cuando agarraba esa pieza de joyería se podia relajar un poco en sus sueños. Despertó cuando el tren se paró en la última estación antes de llegar a Clover, aquí era donde se bajaba. Desafortunadamente, no habia conexiones por estas vías que hicieran parada en la villa y luego en la antes ya mencionada sede de las reuniones de gremios legales, por tanto la unica forma era llegar a pie o por vía coche/carrueta mágica. Erais prefería la primera pues no quería drenar sus energías por si acaso solo por un poco de rapidez, era practico si, pero no sabia que le deparaba su estancia en aquel sitio . Se bajó jo sin problemas e ignoró las advertencias de que una joven no debia ir sola por los caminos adyacentes hacia esa villa; le daba igual, se podia cuidar sola pero a veces la gente mayor exageraba y la sobre protegía sin siquiera conocerla bien . ¿Tan damisela en apuros se veía?


El entorno ya estaba un poco iluminado por el sol que anunciaba que un nuevo día habia iniciado, aun podia ver los matices azulados nocturnos mezclarse con los rosas y anaranjados del amanecer, la vista era privilegiada, lo único malo era la brisa matutina que le causaba un poco de calosfrios; respiró profundo pues el aire le sentaba bien por su naturaleza, mas le molesto un poco el frío y por supuesto también que le desordenara su cabellera suelta que se movia con el vaivén del viento al igual que sus ropas, esta brisa no era brutal pero si fastidiaba pues llegaba un punto que tenia sus cabellos golpeandole la cara. Mientras caminaba, se acomodó el cabello detrás de sus orejas para despues optar y ponérselo todo de un costado. El viento a veces silbaba como dándole la bienvenida , susurrándole que se vendrían nuevas cosas.


Se había olvidado un detalle, esta misión no era totalmente individual, habia alguien que trabajaria con ella. Continuó caminando y miró su muñeca para ver la hora, no quería llegar tarde pero parecia que se habia retrasado por unos minutos. Bueno, era una dama, se le disculpaba.

Dio unos cuantos pasos mas y miró con delicadeza hacia varias direcciones, este parecia el punto de encuentro — si no se equivocaba— . No admitiría pero estaba confundida entre mas detalles acerca de su compañero de trabajo por lo que avanzó unos cuantos metros mas sin atreverse a adelantarse lo suficiente para llegar a la entrada de la villa. Aquella mujer con porte abrió su boca formando una 'o" minúscula bastante agraciada pues todo lo que hacia esta mujer era una coreografia que no desagradaba sino que era un encanto en sí ; sus ojos grandes, profundos y azules se posaron en un rubio que no estaba muy lejos de donde ella se encontraba , no alcanzó a ver todo el asunto pero al acercarse poco a poco pudo percibir el penetrante olor de vomito en las cercanías. Si reacciono un poco con asco pero pudo controlarlo, fue súbito pero ella ya estaba acostumbrada a estas cosas pues tenia conocimiento en la medicina, solo que de vez en cuando le tomaba por sorpresa.

Como no es alguien que se amedrente o tenga miedo de confrontar, se acercó con sus precauciones al extraño, no se iria con largas, y hablaria directo; Aunque su voz era angelical, no hablaria como quien pregunta sino como quien asume, esto le daba mas seguridad y autoridad una que siempre queria denotar a quien fuera. —Usted debe ser el otro contratado. — dijo sin ningún problema Erais.—Si no me equivoco, este era el punto de encuentro y no veo a nadie mas aquí...¿cierto?—,todo lo que ella soltaba era un hecho no simples asunciones; con solo eso se podía ver que quería mandar donde fuera, sin embargo aun con eso podía ser educada y en su tono se oían ambas cualidades. Definitivamente una combinación letal para alguien que tiene una faz mismísima de los cielos. Entre tanto tumulto — y como es alguien muy observadora que salta al percibir detalles— la joven noto ciertas cosas que alguien tan exagerada y perfeccionista notaria a kilometros de distancia; era algo que no podía evitar, fue educada para ser organizada, pulcra y asegurarse que todo estuviera en orden, no había forma que se distrajera , dejando pasar tales fachas. Camisa desabotonada, por no decir con manchas, una cosa es desabotonarte para presumir tus encantos y que quede desordenada pero pulcra, esta en cambio tenia arrugas y tirones como si un niño hubiese jalado esta para que le prestases atención. No quería gritar internamente pues a veces era compulsiva con esto, el pobre tipo estaba bien , no era un bárbaro hasta eso, solo tuvo la mala suerte que estuviera la chica sensible y le dieran sus ataques perfeccionistas. La cara la tenia brillosa , típico entre cualquiera si sudas o se transpira, podría notar mas cosas pero no lo haría incluso hubiera acomodado la melena rubia hasta que luciera a un nivel decente — de acuerdo a los estándares demenciales de la princesa—, pero se abstuvo. Saco un su pañuelo de seda, un accesorio que no podía faltar en una dama , este era blanco con matices rosas, muy suaves , estaba doblado perfectamente y no tenia arrugas como si hubiese sido planchado justo ahora; se lo extendió como si nada para que lo usara.— Por si acaso, tome— , Erais , hablo en tono tranquilo y ofreció sin problemas esa pieza al hombre, ya luego se lo pediría , no ahora porque quería que al menos lo lavara o lo pusiera en una bolsita de ropa sucia, si no, luego conseguía otro.


Dejando aquel asunto de lado , la joven recupero su porte y con un movimiento sutil de su mano empujo su cabello para que cayera sobre su espalda libremente, dejo su mano en es área como si recargara su dorso entre la nuca , su cabeza y oído dandole al instante un aire vanidoso , suspiró un momento para cerrar sus ojos unos instantes y respirar profundo. Una vez que hizo esto , abrió nuevamente esos ojos azules y observó al hombre como esperando por milagros o algo así . Sentía que habló mucho y tenia que admitirlo con creces que toda la situación era extraña, por no decir bizarra. Permaneció en silencio por unos minutos hasta que se cansó, de haber estado de malas hubiera hecho aquel tic que hace uno con el pie cuando esta desesperado y busca respuestas pero no, el lenguaje corporal era muy importante , La Devil Slayer no caería ante aquella tentación, no tan fácil.

— ¿Y bien?— , preguntó al fin con aquella voz celestial pues fue lo único que se le ocurrió por ahora, eso y sacar sus mentas. Tomo el paquetito de metal de un compartimiento y se sirvió unas 6 mentas; eran rosadas, sin mencionar también que ella adoraba las cosas dulces así como refrescar su aliento, puso estas en su boca con cuidado y mastico unas mientras que las restantes las dejaría disolverse en su boca.— ¿Gustas? Siempre son buenas para toda ocasión—, ofreció al extraño solo por educación aunque igual en otros tiempos se las dio a gente que la mataban con su aliento letal. Exageraba, si pero así fue educada era parte de ella y si le desagradaba a medio mundo poco le importaba, ellos perdían.

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Mensaje por Oblivion Sáb Sep 17, 2016 7:46 am

Las nauseas habían pasado de manera rápida, como un raudo tren que choca y luego queda en completo silencio cuando las voces de su interior mueren completamente, era como un vendaval que golpeaba su mente y sus memorias se retorcía como un huracán de grados altos, pasaron solo segundos y ese retortijón desapareció como la arena hace desaparecer las ciudadelas perdidas en sus aposentos. Vomito solo un poco pero no dejaría huella en ese lugar, eran solo jugos gástricos y no comida descompuesta, normalmente Oblivion no comia casi nada, era como un hombre que había muerto hace mucho, no tenia la intención de encontrar la paz en la vida, si no también en las demás que le esperan luego de muerto, y su único deseo era vivir en armonía y sin un pasado tortuoso azotandolo cuando menos se lo esperara. El pueblo a sus ojos estaba en completo silencio, una especie de morada de almas en pena y grillos haciendo sonidos en los arbustos, la gente al parecer no rondaba los caminos principales, pero eso era obvio, luego del ataque de los habitantes enfurecidos era un hecho de que nada volvería a ser como antes. Suspiro esperando a la otra persona que pidió la misión, cosa que lo había enfurecido un poco y por ende había tenido la certeza de que el punto de encuentro estaba bien, observo un poco su capucha que se encontraba en un muy mal estado, muchas batallas estaban encima de ella y unas pocas más de las que había salido mas vivo que nunca, desde que tiene memoria esa capucha le había acompañado en todas sus aventuras, y sabría que al momento de encontrar un oponente digno, ella seria su mayor ventaja en la batalla, a continuación el rubio solo limpio su boca con parte de su camisa, sin querer perder la vista en los arbustos y los arboles que abundaban en el sitio, parecía un ninja y estaba consciente de que no era la mejor persona para serlo tampoco, primero que nada, hacia demasiado ruido y su cuerpo desprendía relámpagos negros involuntariamente, no había dominado su poder de manera completa, él sabia que cuando el momento llegará, su poder mágico explotaría para zafarse de cualquier enemigo que se le cruzara, y eso destruiría cualquier clase de sigilo que quisiese crear, así que esperaba que su compañero de misión no fuera alguien que le gustase jugar a las escondidas, porque saldría perdiendo desde el momento en que decidiera ser acompañado por el God Slayer. Minutos pasaban como la arena en el desierto, para Oblivion el tiempo era como respirar, pasaba muy lento pero había gente que sentía que los segundos volaban. Frunció el ceño cuando súbitamente una persona le hablo a sus espaldas, era una voz femenina, algo chillona para su parecer, le molesto a los oidos y no quiso dar vuelta para verla, sus orbes rojizos solo se fijaron en la bella naturaleza —...... —se quedo mudo, no le iba a dar el habla, no se sentia comodo con alguien en su misma misión, no estaba dispuesto a compartir el dinero ganado por la salvación de un pueblo, a pesar de que el interés era poco, se trataba de una villa de Álvarez, y eso lo desconcertó más la ayuda era innecesaria. La voz chillona lo saco de sus casillas pero perder palabras y romper mas el sigilo todavía era una tontería, se notaba por sus palabras que la mujer que lo aquejaba era de clase alta, su acento era muy marcado y muy molesto, desde pequeño Oblivion odiaba escuchar a la gente de buen habla, de buena cuna, de bonitos ambientes, él era todo lo opuesto y sentía que no debía tenerle el mas mínimo respeto a pesar de su origen, ella debía ganarse el derecho a que el Dios del Trueno le hablase, mas quiso dejarle las cosas claras con la sola oración que desprendieron sus labios — Solo no estorbes, no es una misión para la cuna de oro — camino hacia la entrada trasera de una cabaña y observo el patio de manera analitica.

— Mocosa — dijo mirándola, para que se acercará, la misión había comenzado ya, sintió un poder mágico cercano a ellos, algo común en algun mago de rango normal, pero estaba algo desconcertado de porque los habitantes no daban algun indicio de vida. Oblivion saco un chicle de su bolsillo, de sabor frutilla, y esto alivio su mal sabor de boca luego de ese golpe en su cabeza producto de las memorias, entonces vio una oportunidad algo única y que le permitirá observar todo mejor, unas escaleras eran visibles en parte de lo que terminaba la villa oculta entre los arboles, un conjunto de escalones que daban paso hacia un mirador algo extraño, quizá era un trampa, pero tenían que tomar una decisión, el sol estaba empezando a salir mejor y la hora de la comunidad estaba llegando a raudo paso.

Spoiler:

Cualquier movimiento en falso significaria que los furiosos habitantes se diesen cuenta de que dos intrusos habían llegado, el subir era lo mejor en estos momentos para el rubio, asi tendrian una vista espectacular de aquella villa, pero el riesgo era muy grande, estaban dándose a conocer, pero en esa situación era lo único viable. Oblivion indico con su dedo indice derecho hacia las escaleras para que la fémina observase su idea. Se quedo esperando escondido entre la zona trasera de aquella cabaña, minutos despues un ruido minusculo se empezo a percibir dentro, era momento de actuar rápidamente.


Última edición por Oblivion el Sáb Sep 24, 2016 3:34 am, editado 1 vez

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Erais Feiriel
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Mensaje por Erais Feiriel Mar Sep 20, 2016 3:38 am

Era inevitable que la mujer alzara una ceja mientras observaba al interesante espécimen que tenia a su lado, su mano aun permanecía posada entre su nuca , oído y parte del cabello como si pudiera tomar todo el día en contemplar al rubio. Sin querer, en algún momento ,  puso una cara de confusión o de completa inocencia, como un niño que ve por primera vez una criatura fantástica en el zoológico, en estos instantes ese sujeto parecía un bichito bastante curioso para su gusto. El joven era  un poco esbelto, no era robusto ni tampoco una espiga, eso si , era mucho mas alto y posiblemente mas fuerte que ella, no obstante, parecía que un tornado habia azotado su masculina existencia: ¿Tuvo acaso problemas para llegar aqui y ese fue el resultado? Su capucha estaba en mal estado y todo lo que parecía ser él gritaba  que este hombre no tenia la mas mínima pinta de ser  su compañero de mision , sino un indigente. Aunque suene cruel , no estaba diciendo mentiras. No sintió lástima porque era muy pronto para juzgarlo tanto, pero igual debia admitir que el hombre era un tremendo caso. Suspiró mentalmente y si hubiera sido su hermano menor —el cual no poseía—posiblemente hubiera empezado a acomodarle la ropa y a dejarlo "decente" pero no lo hizo, mas aun cuando este no decia nada y por supuesto, que ignoro cualquier acto amable de la chica. ¿Cual era su problema? Estaba peor que los de su gremio, no, el era lo mas molesto que se había topado hasta ahorita. Se hubiese mosqueado mas de haberselo topado en otras condiciones pero por el bien de la mision y su orgullo de mujer, se aguantaría un poco, ya habria tiempo de ponerlo en su lugar....



—¿Disculpa?....—




No, esa sentencia llegaria pronto.....


¿Cuna de oro? ....¿No estorbes? Esas palabras resonaron en la cabeza de la ultima princesa de Isvan. ¿¡Pero quien demonios se creía!? Le iba a responder como debia pero solo se mordió el labio inferior hasta el punto que sintió el sabor metálico de la sangre y una de sus manos, que estaba descansando en uno de sus costados, se cerró bastante al punto que sentia sus uñas incrustarse en la carne de su palma.  Contó hasta diez o hasta veinticinco de forma rápida mientras sentía que una vena se le saltaría de la sien si este continuaba siendo pesado. Le miró estupefacta pero no con una cara que denotaba que era una mujer estupida, sino la de una femina indignada con instinto asesino.

"¿Mocosa?....Pff, no se ve muy anciano...¿me esta jodiendo?"  
pensó fastidiada pero igual, seguia tratandose de tranquilizar porque la mision ni habia empezado y ya estaba perdiendo los estribos con su "compañero".

—Te sugeriria que mantengamos todo profesional, no quiero ponerte en tu lugar..—dijo de la forma mas educada y tambien calmada, aunque disimulada, que pudo expresar ante tal sujeto. Si hubiera querido se habria sacado la mochila y le habria golpeado con esta varias veces por detras, centrandole el golpe en la nuca, si le rompia el cuello mejor, pero no lo hizo. En lugar de eso, lo siguió por la parte trasera de la cabaña, camino a su paso y trató de ser lo mas sigilosa posible, en esos instantes la chica se dio cuenta que iba demasiado arreglada para esta misión. Su cerebro comenzó a mandarle punzadas una y otra vez como dandole a entender que todo esto no encajaba con lo que tenia planeado....Calmar a los recien ingresados, ¿no?... Esto era totalmente otra cosa y no le agradaba en lo mas minimo.

Miró su falda, y la tocó con uno de sus dedos estirándola un poco, se vio igualmente de arriba a abajo y rechisto,  no solo eso, también percibió algo de energia magica pero no le alarmo mucho de momento, estaba atando cabos durante unos segundos y ver al rubio moverse con sigilo propio de un ladron-criminal, le hizo poco a poco captar la naturaleza de todo. Demonios,  ¿que no podian haberse presentado normal y discutir un plan? No iba a quedarse de su sombra a seguirlo como si fuera un pedazo de decoracion del hombre. Se acercó a este para ver que tramaba, estaba un poco arturdida por lo pronto, todo iba muy rapido y no como ella queria, era bastante meticulosa y que otro tomara la iniciativa le molestaba, mas cuando no se le consultaba para nada tal como si no tuviera ningún derecho en dar su opinión. Se encontraba a su lado, oculta mirando de reojo los alrededores y al masculino, todo calzaba mas como si estuvieran escapando de una prision y si eran atrapados,  a saber que les pasaria.  Entre arbustos y madera que los resguardaban, la chica contempló y analizó con sus orbes celestes donde el extraño hombre le señaló, viendo aquellas escaleras que se extendian y daban pie a un mirador, la vista parecia provechosa pero igual existia un riesgo : que quedaba expuesto si los rayos del sol se manifestaban por completo en esa locacion.


¿Habría captado bien la indirecta? La princesa miró al rubio seriamente, esto estaba escalando terriblemente. ¿Que pasaba si los atrapaban? Era mas que evidente que no eran visitas esperadas, es mas eran unos viles intrusos, sino , hubieran llegado por la entrada como lo hace la gente que no debe nada, los que son bienvenidos. Mal, muy mal... sintió nervios pero era mas bien adrenalina, aun seguia acomodando las piezas de todo lo que sucedia porque aumentaba y aumentaba la tension, mas aun con este mago. ¿Que tanta paciencia tendrian ambos? ¿Cuanto se soportarían?—Tengo algo que decirte....—susurró en tono funesto. "Si nos hubieramos presentado como era debido, no tendria que pasar por esto..."Habia hecho una pausa y continuo. —Si las cosas salen mal, te advierto, no me especializo en ofensiva...espero que sepas luchar...—tenia que decirlo, despues de todo quien conoce la magia de los cielos sabe que su principal uso es en soporte y sanacion. ¿Que mas faltaba para que la situacion saliera mal?


Se pondría feo y peor.Con esa confesion daba a entender que  que en vez de querer trabajar en equipo, Erais anhelaba joderle la mision al sociable rubio. La pelirosa estaba pensando muchas cosas en tan poco tiempo, producto de lo turbio del panorama, sin duda el pasar por ahi les daria una buena vista del lugar pero tambien les dejaba expuesto como  la diana de cualquiera que los considerara una amenaza. No, no..habia algo mas.
Se quedo en silencio, era cierto, normalmente ella prestaba atencion al viento y bien sabia que cuando se camina en territorios inhóspitos, es facil detectar una cuartada o cuando se esta cayendo en una trampa. Llamadle intuicion si desean, pero no, el viento corre de cierta forma cuando no hay obstaculos, las mismas criaturas lo perciben, por eso cuando esta todo muy callado y apenas se siente el curso del viento, se puede asumir que algo esta mal, demasiado. Hace unos cuantos  minutos olia al pan recien horneado y esas cosas, la aldea deberia ya estar en actividad y muchas cosas mas...


—Espera....— abruptamente masculló cogiéndole de la playera, si hubiera querido lo cogia del torso totalmente para detenerlo pero le daba un poco de cosa, estaba muy desalineado el pobre. —Algo no esta bien...—quería explicar tanto pero habia poco tiempo. —Si vamos a movernos, que sea ahora aunque nos estamos exponiendo....—tenia duda en su tono, no le gustaba en lo absoluto la idea de ir por allí, no así, no vestida tan pulcra y con su pelo rosa chillón tan detectable. Ya estaba dudando demasiado, intrigada, con ganas de respuestas y ademas, con los deseos de tener una organización diferente que no se basara en solo ser una simple acompañante.

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