Ookurikara ~

Generalmente se le ve como un hombre tranquilo, que no suele alterarse por las cosas que sucedan a su alrededor. Sin embargo, puede llegar a ser alguien realmente temperamental e impulsivo lo que lo lleva a cometer actos sin pensar dos veces e incluso sin llegar a pensar lo que está haciendo, por lo mismo es que algunos consideran llegan a considerar sus actos como extremistas. No entiende como alguien pueda hacer daño a otro a sangre fría, pero precisamente por su impulsividad es que él puede llegar a hacer lo mismo, terminando por herir a las personas.

Es un hombre fiel en todo sentido, con sus amigos como para quien tenga su interés romántico, siendo capaz de engañarlos o serles infiel en algún punto de su relación. Sera honesto con ellos en todo momento, hablando de sus problemas sin importar momento ni lugar. Al no ser capaz de vender a sus compañeros, prefiere sacrificarse él antes que traicionarlos.

Las situaciones complicadas y extremas le encantan, de cualquier tipo. Donde más se nota esa actitud es cuando se encuentra en batalla, las adora por lo mismo. Dar el primer golpe al enemigo siente una emoción en todo su cuerpo, como si se estremeciera, sintiendo que todo el esfuerzo y lo que ha vivido hasta ese punto ha valido la pena por completo, por más difícil que pudiera parecerle en su momento. No suele dejar a enemigos vivos a su alrededor una vez entra en combate, no obstante, si el enemigo es muy fuerte para él sabe cuándo retirarse. Pese a que le gusten los desafíos y los disfrute aun no busca morir, ya que siente que le quedan muchas cosas que hacer con vida.

Fuera de todo es un hombre tranquilo, algo silencioso pese a que le gusta conversar con quienes considera interesante llegando a dejar de lado cualquier cosa solamente para seguir con la conversación. Puede llegar a ser alguien flojo quizás demasiado, especialmente con asuntos del trabajo y por sobre todo con el papeleo que debe hacer luego de las misiones, prefiere ir a dar una ronda por los distintos pueblos. Es un tanto caprichoso con cosas verdaderamente simples a las cuales otra persona no les daría la misma importancia que le daría él, odia perder en lo que sea y mantendrá su palabra hasta el final.  

Ookurikara  nació en lo que sería su propio hogar debido a que vivía muy lejos de donde pudiera encontrarse el doctor más cercano. Por lo mismo es que su madre al iniciar el trabajo de parto el futuro padre tuvo que ir a buscarlo apenas comenzara para que pudiera llegar en el menor tiempo posible En un poco más de una hora el doctor había llegado para poder atender a la mujer que estaba por dar a luz, por suerte llego justo a tiempo para recibir al bebé que estaba naciendo. Ookurikara nació sin mayores problemas, siendo muy sano para su edad y en el centro de una familia que a todas luces cualquier persona podía decir que se quería.

A los 5 años de edad el padre de Ookurikara comenzó a tener un comportamiento extraño a lo que eran los años anteriores, un comportamiento más agresivo y ofuscado incluso con quien ya era su señora y su hijo. Llegando a golpear a su mujer en más de una ocasión incluso frente a su propio hijo sin que le importara lo que estaba sucediendo. Con el paso de los años aquella conducta más agresiva llego incluso a llegar a Ookurikara quien recibió más de una paliza por tratar de defender a su madre.

Cumplidos los 8 años, siendo más preciso el mismo día en que estaba de cumpleaños el hijo de esa cambiada familia. El padre decidió invitarlo a salir, todo indicaba que sería una tranquila tarde entre padre e hijo pero nada más lejano a la realidad. Estando en el centro del pueblo cercano al cual vivían su padre lo dejo solo de un momento a otro, antes de que Ookurikara pudiera hacer algo dos tipos lo tomaron por la espalda sin que pudiera ver quiénes eran o que querían. Cuando despertó su padre junto a otro hombre se encontraba frente a él quien estaba atado de manos y pies, trato de escapar sin embargo era imposible, era tal el shock que no podía entender mucho lo que hablan solo que mencionaban a un dragón. El hombre que estaba junto a su padre se acercó hacia el moreno inyectándole algo en su torso para caer dormido luego de unos segundos.

Despertó a los días en su hogar sin saber que había pasado, su madre estaba a su lado dormida a los pies de la cama, por lo que parecía nadie más estaba cerca de ellos. Un fuerte y repentino dolor llego de un momento a otro en su cuello haciéndolo cerrar un ojo además de llevar su mano izquierda para tocar la zona que le estaba doliendo. Se quedó en esa posición cuando el hombre que había visto la última vez que recordaba estar despierto llegaba a su habitación junto a su padre, nuevamente comenzaban a hablar sobre un dragón, siendo más precisos los poderes de un dragón. En ese momento fue que Ookurikara entendió lo que estaba pasando, habían experimentado con él solo para beneficio de su padre a quien no le importaba nadie más que su propio bienestar.

Sentía como la rabia nacía del interior de su cuerpo, sin saber cómo uso los poderes que ellos tanto mencionaban hace unos minutos pero de forma distinta a como ellos tenían pensando. Estaba descontrolado y por lo mismo es que mato a quien había sido a su padre con aquel hombre, justo en ese momento su madre había despertado viendo toda la escena y sin saber que hacer abrazo a su hijo para que se calmara, y así fue. Ambos prometieron que no hablarían del asunto con nadie más, que era el momento para iniciar una nueva vida sin problemas de ningún tipo. Sin avisar a nadie dejaron su pueblo natal para mudarse a otro lugar, uno donde hubiera un gremio donde Ookurikara se pudiera unir para poder aprender a como controlar sus poderes y ella trabajaran en algún sin que nadie los conociera y molestara por un largo tiempo.