The Thunder Lord - Oblivion ID

Frío y calculador, Oblivion suele ser siempre metódico para lo que hace y para lo que se propone. Es un God Slayer fuera de sus cabales y tiene un resentimiento muy grande hacia los dioses que aun se esconden entre los magos y humanos de Earthland. Nació en un momento indeterminado y la ira lo rodeaba desde muy pequeño, pudiendo verla desde muy temprana edad y sus desmanes en el mundo y adquirió cierto cariño hacia esa actitud. Su meta en la vida fue jamás hacer el bien ni tampoco obedecer a sus superiores, su modo de vida siempre estuvo rodeada de caos y malos actos, incluidos el de no distinguir entre aliados en su Imperio y asesinatos de otros Slayers. No se le podría definir de una sola manera, es una mezcla de muchas maldades en un solo GS, tiende a ser bastante humano cuando le conviene, perdió el sentido del amor, del respeto y también de la hermandad o familia; no obstante es caballero cuando tiene que serlo, pero mejor vamos a los puntos clave que podrían desenterrar el misterio de su personalidad.

—Soberbio. Siempre lo fue, solo que no tuvo la oportunidad de iluminarse tanto en el asunto. Majestuoso, altanero, engreído y vanidoso, todos base del mismo sentimiento, del mismo modo de actuar. Desde pequeño en contra de las normas del Imperio. Oblivion fue alguna vez alguien muy feliz y muy carente de ira, pero las interacciones con la magia oscura y su desenfrenado modo de ver la magia, lo hicieron volverse todo lo contrario a lo que en cierta época reflejo. Odia a los humanos y los ve solo como su placer personal al tener cuerpos tan frágiles para quebrantar, asegura que eso es lo único “bueno” que poseen además de lo que podría rescatar de ellos. Es amante de los elementos de tortura, aquellos que utiliza con el fin de ver hasta donde llegaría la agonía de un ser más bajo que él. Tiene un aire de grandeza muy por encima de los reyes de la tierra y suele llamarse a sí mismo como el verdadero hijo de los dioses, a pesar de que su magia sea para despedazarlos completamente.

—Insensible, Algo que simplemente le va como anillo en el dedo. No tiene la necesidad de sentir amor, alegría, u otra emoción positiva. Solo por sus metas lo hará, pero será todo actuado. Le da asco la amabilidad que sienten los seres unos por otros pero para mantener su caótica vida debe guardar las apariencias. Tiende a volver todo de mal ambiente con solo su presencia, es bastante parco y su mirada poco tiene que ofrecerles a los demás, ya que Oblivion tiene muy bien pensando que la humanidad debe verlo como un ser más allá de los límites. No siempre fue frío pero algunos sucesos que ocurrieron en su pasado con sus pares lo volvieron muy indolente, incluso no dudará en matar a quien se le cruce por delante, sea amigo, enemigo o hermano.

Oblivion es un maldito, lo sabemos, pero también se rige por un código de honor propio. No es cobarde en sus batallas y no deja que el enemigo pelee sus batallas desarmado o en una desventaja muy grande, para él ganar batallas difíciles siempre ha sido un reto. Normalmente toda esta negatividad será expresada al ciento por ciento en contra de un Dios, mas dentro de su corazón, muy en lo profundo, hay un hombre que desea solo vivir en paz.
Nacido en una familia de clase media de magos en el Imperio Alvarez. A los 2 años fue abandonado en la calle por sus progenitores por dinero, de manera casi ilegal fue cambiado por el sucio implemento para la subsistencia. Una vez ocurrido esto, fue encontrado por un mago muy poderoso que tenia la capacidad de controlar el fuego de manera sorprendente, entre los escombros de la basura y de una manera bastante "única" el mago había tenido una visión inesperada y al ver al chico decidió entrenarlo para que cumpliese el deseo del rayo y de los truenos que había sido traspasado por generaciones en su linaje mágico. Una desconocida noche, en medio de un pequeño ritual mágico y sagrado, el mago luego de haber convivido unos meses con el pequeño creyó que era hora de darle el preciado regalo de su familia, y cabe mencionar que este hechicero era ya de una edad avanzada y estaba en sus últimos días, avejentado y cansado de la vida, del cofre saco una lacrima de color como la luz misma y que poseía una forma singular con un pequeño centro teñido de negro. Este brillo fugaz, emitió un sonido preciso y por arte del destino su brillante destello se unió al cuerpo pequeño del niño abandonado.

El maestro con algo de curiosidad fue a tocar al niño y causo algo que jamás había de pasar, su cuerpo en estado de vejez se quemo de manera instantánea, quedando solo las cenizas y el hedor del fuego en toda esa cabaña a las afueras de una pequeña villa en el Imperio. Hasta ese momento, la lacrima hizo efecto inmediato, el niño sin conocimiento siquiera de las letras o la palabra mágica, había cometido un pecado que tiñio de negro el panorama de esa noche, y lo mas oscuro no fue el cielo que ya ocultaba las estrellas y la luna, si no que los rayos mismos eran de un color como el vacío del universo, la oscuridad misma hecha luz y destrucción. Primero fue la cabaña, luego fue en cosa de segundos el camino del bosque que unia este sendero con la villa, mas tarde, desde las montañas de esa hermosa vista nocturna, solo quedo nada, los gritos de desesperación cesaron en cuestión de segundos, los relámpagos negros eran como demonios con ojos oscuros, sin sentimiento, sin perdón.

El gran incidente de aquella villa fue hace más de 20 años, el paradero del niño es desconocido y pocos en el Imperio Alvarez conocen la verdad sobre aquel suceso que no dejo ningún sobreviviente, Las luces oscuras no fueron vistas hasta un suceso en estos tiempos, un joven de cabelleras rubias y ojos de un demonio había asesinado a un Slayer enemigo en el reino de Fiore y portaba las ropas de un soldado de Alvarez, en ese momento, fue cuando nuevamente el ojo de su Imperio se cernió sobre él, aquel quien no nació con ningún título y que tenía una capacidad mágica que era comparable a los dioses, en ese minuto, las manecillas del reloj volvieron a moverse en su historia, la del asesino de dioses del rayo, Oblivion.

Su nombre viene del olvido que la gente quiere hacer ante la historia de la villa y del dios castigador que pulverizo sin perdón a esas personas inocentes.