Caminata en las ruinas a la luz de la luna [Libre]

Había algo de la noche que me atraía a ella, a salir a la luz de la luna, a apreciar la oscuridad. Había una semejanza inherente, que causaba miedo a los menos cautos, que era oscura y lúgubre, fuera lo que fuera, algo me atraía hacia ella. La luz apenas llegaba a aquel lugar, las paredes y muros caídos, que eran apenas visibles gracias a la luz de la luna llena de aquella noche, los escombros que estaban por todo el lugar, y la sensación de que de ahí emanaba una gran cantidad de magia, de infinidad de naturalezas y orígenes, hacían por un ambiente tenebroso y misterioso, perfecto para una pacifica caminata por el lugar. – Como un paseo por el parque. – Dije para mi mismo, mientras hurgaba distintas partes de aquellas ruinas, como si de un niño en un museo se tratara, mientras recorría lo que solían ser pasillos y habitaciones, quizás llenas de fulgor y vida.

Entro en los restos de lo que parece ser una sala, un lugar ya sin techo y con un par de muros caído. Hay restos de muebles, una mesa destruida, una fogata y muchas pinturas en el suelo. – Me pregunto si hay fantasmas aquí charlando como soy un entrometido y queriendo que me vaya. – Pensé que era una posibilidad muy bizarra, pero uno nunca sabe estas cosas. Empecé a mironear las cosas que allí había. Al sentarme en uno de los muebles medio destruidos, siento el coste del mismo. Seguro era un mueble bastante caro, la tela parecía fina y el hecho de que no esté totalmente destruido como el resto también ayudaba a la suposición. También me acerco a las pinturas, viéndolas detenidamente como si supiera de arte, tratando de analizar que significaban. Habían unas bastante simples, un par de pinturas de mujeres, otras de nobles y cosas así. Habían un par más complejas, como una de distintos objetos flotando en el aire con un fondo verde. Muy confuso y sin sentido si me lo preguntas a mi, pero la que colmó el vaso sería la que no era más que una mancha que podría haberla hecho un niño de 5, pero que estaba en el centro, caído enfrente de los restos de la chimenea, como si fuese la más valiosa. – Definitivamente eso costó una millonada. – A modo de burla, ya que no era nada que debiera estar siquiera en aquella sala, que parecía ser la sala de algún rico o noble, o tal vez de una organización. La verdad que no me sé muy bien la historia de estas ruinas pero algo por el estilo era.

Durante todo ese tiempo, sentí la presencia de alguien, no estaba seguro qué o quien pero sentía como si no estuviera solo, como si me… observaran. No le di mucha importancia, pero podía significar algo que pudiera no gustarme. Pero mientras tanto, solo me quedo viendo un poco más la habitación.